Por si fuera poco, el sistema se estruja su infame cerebro para poder exprimir todo lo exprimible que hay en las personas. Un ejemplo son los microcreditos, un caramelo envenenado que llega directo a las capas mas bajas de sociedades como Bangladesh. Incluso en la absoluta pobreza el sistema hace negocio:
"La forma más brutal de los préstamos - Programa Conjunto de Préstamos de responsabilidad civil - es ahora la más común. El microcrédito se presenta a un grupo de cinco a ocho prestatarios, quienes tienen la responsabilidad conjunta para la devolución. El incumplimiento de cualquiera de ellos es la ruina para el grupo y el riesgo para un pueblo entero. En la desesperación, el grupo se convierte en el ejecutor del préstamo. Esto ahorra el banco tener que manejar las deudas incobrables. Vecinos o miembros de la familia en problemas, temerosos, se hacen con la casa y todas las pertenencias de alguien del grupo que no puede pagar incluso una pequeña deuda."
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Extraños
Hace 6 días
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